El PCE en contra de la prostitución infantil

El PCE este 4 de abril, se suma a la lucha contra la prostitución infantil y asume el manifiesto del Movimiento Democrático de Mujeres y la Red de Municipios Libres de Trata, porque no es posible acabar con la prostitución infantil en un marco legislativo que es permisivo o regula esta esclavitud como trabajo para las mujeres pobres y en consecuencia también para las y los menores pobres del mundo.

Porque queremos acabar con la desigualdad, porque queremos cambiar las condiciones sociales y económicas que abocan a estas personas: mujeres, niñas y niños a la prostitución, la situación de esclavitud más salvaje del SXXI.

Debemos focalizar nuestros esfuerzos en acabar con la demanda. Hay prostitución infantil porque hay hombres de los países ricos que la demandan. Al igual que hay trata para la prostitución porque hay demanda.

Es una cuestión de clase, es una cuestión de desigualdad. Las mujeres y menores pobres quieren su dinero pero no su sexo. Es una violación remunerada y sistemática de estas personas.

Es necesaria una educación sexual, y un proceso de socialización entre hombres y mujeres, que se base en relaciones de igualdad, entre personas libres.

Es necesaria una legislación, en España, en Europa y en el mundo que quiera abolir esta esclavitud.

Desde el PCE queremos regular la situación de las mujeres y menores víctimas de la prostitución, queremos legislar para que sean libres con plenos derechos y no tratadas como mercaderías con “derechos”, siempre que cumplan los requisitos de la demanda y estén en buen estado o por el contrario serán deportadas o excluidas como productos de desecho.

Comunicado del Movimiento Democrático de Mujeres (MDM) y la Red de Municipios Libres de Trata con motivo del Día Internacional en Contra de la Prostitución Infantil

DÍA INTERNACIONAL EN CONTRA DE LA PROSTITUCIÓN INFANTIL
4 de abril de 2016

Este 4 de abril, Día contra la Prostitución Infantil, el Movimiento Democrático de Mujeres y la Red de Municipios Libres de Trata quieren poner en el centro del debate político y social la importancia de erradicar todo tipo de violencias machistas, en este caso la explotación sexual que se ejerce contra los y las menores.

Es imprescindible dar visibilidad a esta lacra que afecta principalmente a jóvenes, a mujeres y a niños/as. Esta forma de explotación sexual que se nutre de la pobreza, la falta de trabajo, el subdesarrollo, la ignorancia, la discriminación contra la mujer, la violencia familiar. Es una de las violencias más atroces que sufren las niñas, niños y menores.

Según UNICEF, más de 1, 2 millones de menores son víctimas de trata y más de 150 millones de niñas han sufrido violencia sexual en todo el mundo. Estas cifras no nos pueden dejar impasibles.

Son también causas la indefensión de los niños y niñas, las guerras, las restricciones migratorias y los desastres naturales. Un ejemplo es la noticia del pasado 1 de febrero en el diario EL PUNT, que informaba que, según la Oficina Europea de Policía (Europol), al menos 10.000 niños/as refugiados habían desaparecido apenas llegar a Europa. La mayoría habrían ido a parar a manos de organizaciones de tráfico de personas, según los oficiales europeos.

Señalamos que este sistema neoliberal y patriarcal, donde se mercantiliza el cuerpo de las personas más vulnerables, las más pobres, las más inocentes cómo son las niñas y niños, es incompatible con la vida de millones de personas que sufren desigualdad, pobreza, guerra y falta de recursos materiales para desarrollar una vida plena. La explotación sistemática de este sistema descarnado implica que para millones de niñas y niños su única opción de futuro sea la de caer en manos de redes, para ser traficados con fines de prostitución.

Se hace necesario, una vez más, señalar como cómplices y culpables de esta explotación sexual de menores a los gobernantes que permiten que sus países se conviertan en paraísos de turismo sexual donde los hombres o “prostituidores” no sólo se conforman con comprar a mujeres, sino que también desean a niños y niñas cada vez de más corta edad.

Cada año más de 3 millones de personas viajan por el mundo para tener relaciones sexuales con menores. Según la OIT, el 20% de los viajes internacionales del turista occidental tiene finalidades sexuales.

Uno de los argumentos de los países que han legislado para legalizar la prostitución era que iba a ayudar a acabar con la prostitución infantil. La realidad, en cambio, ha mostrado todo el contrario, puesto que en países donde la prostitución infantil está regularizada como Holanda, Alemania o Australia ha aumentado dramáticamente, mientras que en Países como Suecia, que tienen una legislación abolicionista, la prostitución infantil ha disminuido drásticamente.

Lo que está claro es que si se acaba con la demanda, se acaba con la prostitución y con el libre mercado de cuerpos. No debemos obviar que cuando las personas pasan a ser mercancías quedan sujetas a las leyes del mercado.

Tiene que existir un compromiso político claro y sin matices encaminado a impedir que las niñas y los niños sean explotados y traficados. El objetivo político tiene que ser por una parte que los estados y las instituciones garanticen que las niñas y los niños, aquí y en todas partes obtengan todo aquello que su desarrollo demanda (vivienda, afecto, protección, educación y alimentación).Y por otro, que los estados y nuestros gobernantes legislen con medidas reales para acabar con la prostitución infantil. Por lo tanto, es necesario acabar con la demanda y remover las causas y condiciones que hacen que niños y niñas sean vulnerables ante las redes de trata para la explotación sexual.

Las niñas y niños que sufren prostitución tienen derecho a soñar con un mundo donde sus derechos son reconocidos y defendidos. En este sentido, tendríamos que reafirmar nuestro compromiso para que las niñas y los niños no tengan que ser víctimas de la prostitución. Por este motivo es necesario avanzar hacia una ley para abolir la prostitución.

Esta realidad tiene que cambiar, es por eso también levantamos la voz contra la prostitución infantil. Las niñas y los niños, aquí y en el resto del mundo, no tienen que ser traficados, explotados y forzados a sufrir prostitución. Las niñas y los niños, aquí y en el resto del mundo, quieren tener la oportunidad de estudiar, necesitan disfrutar del derecho de soñar con un futuro diferente y feliz.