domingo, 6 de septiembre de 2015

Desobediencia soberana frente a la ley mordaza


La Ley de Seguridad Ciudadana es una parte más del paquete represivo

Es el momento de reafirmar nuestra desobediencia soberana por encima de sus leyes fascistas y la represión policial.


Un día más, nuestra Constitución se viste de luto. El 1 de julio de 2015 entra en vigor la Ley más represiva desde 1978, pero no saldrá en la prensa, no copará los telediarios, y por supuesto, tratará de diluirse en la importancia del inicio vacacional. No es una excepción, ya se hizo con la última reforma constitucional (modificación del artículo 135), y se seguirá haciendo con cada uno de los asaltos que el capital pretenda imponernos en forma legislativa.

El contexto de esta Ley, lejos de suponer una protección a la ciudadanía por las “nuevas formas de violencia” (tal y como la justifica el Gobierno del PP), supone un reconocimiento a toda organización de la ciudadanía por su efectividad. Tanto el 15M, como la PAH, o los distintos Movimientos Sociales y Vecinales, propiciaron que la información y la organización se difundiera a una gran escala, poniendo en jaque a todos los gobernantes que pensaron que sus leyes burguesas eran perfectas e inmutables.

Sería un grave error asumir que esta Ley de Seguridad Ciudadana es un acto aislado de su Política del Miedo. Incluye la ya aprobada y aplicada Ley de Seguridad Privada, la reforma de la Ley de Justicia Gratuita, la reforma del Código Penal, y una ya anunciada pero eternamente desconocida, reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Formando de este modo un paquete represivo al que sólo falta incluir una copia de nuestra ficha policial.

Dentro de las modificaciones que incluye esta Ley, que hacen desaparecer las faltas (sanciones más leves que debían pasar por un Juez) destaca principalmente un sistema de sanciones donde en unos tramos que van desde los 600 hasta los 600.000€, permitirán al instructor del procedimiento bajo el único consejo del policía que tramita la sanción, determinar la cuantía a pagar por parte del ciudadano sancionado. Dará igual si trabaja o no, dará igual si tiene hipoteca o no, dará igual si tiene cargas familiares o no. Gracias por negarnos que un Juez valore nuestras circunstancias, gracias por condenarnos a la miseria, no siendo propietarios de nada nunca.

Resulta más que interesante que su penalización de la protesta no necesite estar ni medida ni justificada, incluyendo como sujetos sancionables a todo aquel que de manera voluntaria o involuntaria participe en su convocatoria, difusión, u organización. Un tuit te condena, un retuit también. Pero bueno, teniendo presente que protegen más las empresas energéticas que las propias instituciones del Estado, deja patente que “quien paga al pianista elige la canción”. Todo esto se complementa con la prohibición de grabar policías, ocupar espacios públicos, incluso hacer deporte en la calle. Pasando por listas negras, y aumento de plazos de prescripción. (Ahora ya no podemos alegar con la esperanza de que se les pase el plazo).

Desde PCE venimos advirtiendo que la implantación de estas reformas legislativas son una vuelta de tuerca más a la represión, acoso y campaña de desprestigio por parte de los Mass Media a los y las que luchamos para reivindicar y exigir nuestros derechos especialmente en este momento en el que debido a las políticas de recorte están condenando a una situación desoladora a la mayoría social de este país. Ejemplos claros de cómo se ha empleado la represión para disuadir a los que protestan son el encarcelamiento de Alfon, Francesca, Jesús y Elena; imputados en el asalto por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado del local del PCE de Alcalá de Henares, Las Trece Rosas o tantos otros sindicalistas a los que les piden cantidades astronómicas de cárcel, sin contar a los miles de activistas sociales que se encuentran sancionados o inmersos en procedimientos judiciales; pero que a partir del 1 de julio los nombres se incrementarán exponencialmente, y existirá por tanto un límite claro a nuestros derechos sociales y políticos en su plenitud. Límite para la protesta, límite para nuestra forma de vida y lucha.

Pero sus intentos de amordazar la protesta social se va a quedar en eso, un mero intento, porque cuanto más pretendan enterrarnos más fuerte será la semilla. Ya han dejado clara su intención, ahora es el momento de reafirmar nuestra desobediencia soberana por encima de sus leyes fascistas y la represión policial.

Sus pobres intentos no nos detendrán, tenemos la obligación y responsabilidad de sublevarnos contra estas leyes, porque sólo la desobediencia puede hacer justicia. Como PCE hacemos un llamamiento a sumarnos a todas las protestas que se realicen contra a este paquete represivo, a unirnos en acciones conjuntas para hacer tambalear a esos gigantes con pies de barro que nos esclavizan y nos impiden hablar de ello; a salir día sí y día también a la calle junto con Movimientos Sociales, Asociaciones y toda la Unidad Popular que consigamos sobrevivir en este Estado Policial. Ahora más que nunca, debemos desobedecer y desobedecemos.

¡NO A LA LEY MORDAZA!
¡NO A LAS REFORMAS DEL CÓDIGO PENAL!
¡NO A LA LEY DE SEGURIDAD PRIVADA!
¡NO A LA REFORMA DE LA JUSTICIA GRATUITA!



Mundo Obrero, Septiembre/2015

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